Tras nueve horas de debate, y por un solo voto, el Pleno paraliza de forma cautelar la tramitación parlamentaria, lo que deja en suspenso el relevo en el Constitucional.
La tramitación de la reforma que rebaja las mayorías para renovar el Tribunal Constitucional (TC) tendrá que esperar. Según confirman fuentes de la institución, el tribunal de garantías ha acordado, por un solo voto y después de más de nueve horas de enconado debate interno, paralizar de forma cautelarísima el procedimiento parlamentario, que estaba solo a falta de la aprobación en el Senado, lo que perpetúa el bloqueo en la renovación del TC, pendiente desde el pasado junio, a la espera del acuerdo en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
En una decisión sin precedentes -que deja en suspenso una iniciativa parlamentaria de las Cortes antes de que sea aprobada- el Pleno del TC ha avalado la ponencia del magistrado conservador Enrique Arnaldo tras admitir a trámite el amparo solicitado por los populares, sortear las recusaciones de dos jueces conservadores y después de un tenso tira y afloja entre los magistrados que se ha prolongado durante nueve horas y en el que ha resultado determinante el voto del presidente del tribunal, Pedro González-Trevijano.
El TC entiende que, de no acordar la suspensión, se produciría un perjuicio irreparable o de difícil restitución -con la aprobación de la reforma- que convertiría en papel mojado la resolución sobre el fondo del asunto: la invocada vulneración del derecho de participación política de los ciudadanos a través de sus representantes.
Además del presidente y del ponente Enrique Arnaldo, otros cuatro magistrados conservadores se han posicionado a favor de acordar la suspensión cautelarísima de la tramitación de la reforma: Antonio Narváez, Santiago Martínez Vares, Ricardo Enríquez y Concepción Espejel. Por contra, los magistrados progresistas Cándido Conde-Pumpido, el vicepresidente Juan Antonio Xiol, María Luisa Balaguer, Ramón Sáez e Inmaculada Montalbán se han opuesto después de defender que, antes de la votación de la medida, el Pleno decidiese sobre las recusaciones planteadas. Y es que con Trevijano y Narváez fuera de la votación, el bloque progresista tendría la mayoría con cinco votos frente a los cuatro de los conservadores, lo que despejaba el camino para rechazar la suspensión urgente.
Así lo ha decidido el Tribunal Constitucional (TC) en el Pleno celebrado hoy después de que el pasado jueves la sesión tuviese que aplazarse al dejar claro los cinco magistrados progresistas que no estaban dispuestos a votar sin disponer de más tiempo para estudiar la cuestión, tras los escritos de última hora de PSOE y Podemos oponiéndose a la suspensión cautelar de la tramitación de la reforma y la solicitud de amparo de Vox, que se unió a la que ya había cumplimentado el PP.
